Se utilizan técnicas como el bloqueo del nervio periférico o la anestesia regional epidural que ayudan a reducir el consumo de mórficos y sus efectos secundarios.
La jefa del servicio, Patricia Arenas, ha subrayado la buena acogida por parte de pacientes y usuarios y señala que el fin último es lograr un hospital “sin dolor”.
Los profesionales del servicio de Anestesia y Reanimación del Hospital Santa Bárbara de Puertollano, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, han puesto en marcha una unidad del dolor agudo postoperatorio con el propósito de reducir las molestias que ocasiona durante los días posteriores a una intervención quirúrgica y para mejorar la calidad de la estancia hospitalaria de los pacientes.
El dolor agudo aparece en las 48 horas posteriores a la operación en alrededor de la mitad de los pacientes intervenidos. Las características de este hospital, donde se practica mucha cirugía abierta de diferentes especialidades, hacen de él un centro hospitalario idóneo para implantar tratamientos que hagan más llevadera la situación de las personas ingresadas, ha apuntado la jefa del servicio de Anestesia y Reanimación, Patricia Arenas.
La principal novedad que ofrece la unidad de dolor agudo, que también integra a facultativos y profesionales de Enfermería de los distintos servicios quirúrgicos, es que aplica procedimientos protocolizados y técnicas como el bloqueo del nervio periférico o la anestesia regional epidural que evitan la necesidad de recurrir a la anestesia general para intervenir.
Estas técnicas se combinan luego con el tratamiento analgésico que se administra a los pacientes desde el mismo momento en que abandonan el quirófano y pasan a la unidad de reanimación.
De este modo se favorece su recuperación y se reducen el consumo de opioides. Al mismo tiempo, se proporciona al usuario una estancia hospitalaria de mayor calidad y de menor duración, unos fines que coinciden plenamente con las iniciativas para humanizar la asistencia sanitaria que está poniendo en práctica el Gobierno de Castilla-La Mancha dentro del denominado “Plan Dignifica” y que, en este caso, tienen como fin último conseguir “un hospital sin dolor”.
La unidad del dolor agudo lleva un par de meses en funcionamiento “a plena satisfacción”. Según Patricia Arenas, los pacientes están “más confortables” y sufren menos dolores en el postoperatorio. Por su parte, los profesionales sanitarios están “muy contentos y satisfechos” porque “ven resultados”, ha puntualizado.