Entrevista publicada en el diario Lanza Digital, por Juan Carlos Chinchilla / Ciudad Real
El presidente del Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla-La Mancha y del Colegio de Enfermería de Ciudad Real, Carlos Tirado, reflexiona para Lanza sobre el papel del colectivo en la emergencia sanitaria del Covid-19. Relata como en una encuestra entre los profesionales, la mayoría ha confirmado que no han contado con el suficiente material de protección para trabajar y muchos sospechan que se han infectado y han podido infectar a sus familiares. Este 12 de mayo es el Día Internacional de la Enfermería. Debería ser un día de celebración, pero hoy más que nunca será una jornada para reivindicar un aumento de la presencia del colectivo en los centros sanitarios y sociosanitarios, así como la mejora de sus condiciones laborales, merecida por lo que demuestran día a día y especialmente durante los dos últimos meses.
Pregunta.- Casi dos meses han pasado desde el inicio del estado de alerta, ¿cómo se encuentra?
Respuesta.- Han sido dos meses de mucho trabajo, muy intensos, con mucha dedicación. Ha sido una época en la que se han tenido que tomar decisiones, muchas decisiones en poco tiempo, y había que resolver situaciones nuevas, en las que no se tenía experiencia. Cada día era una jornada larguísima con mucha sensación de incertidumbre y con esa misma incertidumbre empezabas la jornada siguiente. Hoy podemos decir que hemos superado la situación, que vemos más claridad donde antes no había luz, en definitiva, vamos volviendo a la normalidad, a esa nueva normalidad.
P.- En los días más difíciles de la pandemia, ¿qué ha sentido: impotencia, responsabilidad, compromiso, miedo, resignación, desconcierto, esperanza…?
R.- En esos momentos nos apoyábamos de forma muy explícita los unos en otros, de esos sentimientos que me preguntas, impotencia, responsabilidad, compromiso, miedo, resignación, desconcierto, esperanza… Te podría decir que todos en mayor o menor grado en alguna ocasión los he tenido. Creo que eso es humano, como también es humano reconocerlo, pero por encima de todos ellos el que me ha mantenido siempre alerta es el compromiso y la responsabilidad. Además de la esperanza de que íbamos a salir de esa situación.
P.- En términos generales, en su opinión, ¿cómo han sobrellevado los centros sanitarios de la provincia esta crisis sanitaria?
R.- Los centros sanitarios están diseñados para una asistencia sanitaria, normalizada, cuando se realiza en un Centro de Salud, un hospital, no se piensa en una pandemia, cosa que a partir de este momento ha cambiado, lógicamente. Nos encontramos de forma súbita que había que crear nuevos espacios, había que adaptar los centros a una nueva forma de atender a los usuarios, tanto en los hospitales como en los Centros de Salud. Dado que la Atención Primaria ha sido el dique de contención frente al coronavirus, los pacientes querían que les atendiesen sus equipos de Primaria que son los que le generan más confianza, esto ha supuesto un aumento de la atención domiciliaria, así como en las residencias de mayores. Había que continuar atendiendo a los usuarios que acudían al consultorio o al centro de salud.
Los hospitales en muy poco tiempo tenían que ocuparse de un gran número de pacientes ingresados, con lo que había que habilitar nuevos espacios en donde poder atender a esos enfermos, manteniendo la máxima calidad asistencial, y te confirmo que así se hizo con la colaboración de todos los profesionales , porque la enfermería se ha entregado a la actividad en esta situación en cuerpo y alma, pero todos los profesionales han estado a la altura que se necesitaba, médicos, fisioterapeutas, terapeutas ocupaciones, auxiliares de enfermería, celadores, administrativos, personal de mantenimiento, etc. En definitiva todos, porque todos somos necesarios en este gran engranaje de la sanidad pública y más en una situación por la que estamos atravesando. En definitiva, podemos decir que los centros sanitarios lo han llevado bien, esperemos que no se repita, pero sí es cierto que ahora estamos más preparados que hace dos meses.
P.- ¿Cómo ha aguantado el colectivo de enfermería estos dos duros meses?
R.- Los profesionales de enfermería siempre se han caracterizado por tener una gran implicación y generosidad. En esta situación de la que por suerte estamos saliendo y que suponía una gran tensión y un gran estrés, porque era y es una enfermedad nueva, eso supone una mayor dificultad, al tener que trabajar con mucha angustia e incertidumbre. Ante todo, las enfermeras han trabajado de forma ejemplar, con un gran sentido de la responsabilidad, mucha connivencia, en muchas ocasiones sin horario, adaptándose a actividades profesionales nuevas que nada tenían que ver con lo que venían realizando habitualmente, todo ello con gran dedicación y dando lo mejor de sí mismas. En conversaciones que he tenido con muchas de mis compañeras y que han sido muy emotivas me decían lo orgullosas que se sentían de ser enfermeras. Además, han sido capaces de dar la sensación de normalidad en una situación de un gran desgaste físico y emocional.
P.- Durante años se ha reclamado incrementar la ratio de enfermeros y enfermeras por habitante, ¿cómo ha podido afectar ese déficit en el día a día durante la pandemia?
R.- Los representantes de la enfermería siempre hemos reclamado un mayor número de enfermeras, porque de esa manera tendremos un mejor sistema sanitario. A mayor número de enfermeras el sistema es más eficiente. Si hay más enfermeras, mejora la atención de la población, y esto hace que exista una población más sana y que utiliza menos los servicios públicos sanitarios. Eso lleva a un ahorro, con el cual el sistema puede contratar a más enfermeras. Esto es lo que se denomina un círculo virtuoso, que en definitiva nos dice que a mayor inversión en personal de enfermería, el sistema sanitario es más eficiente.
Hoy en día la ratio de enfermeras en España es de 5,3 enfermeras por cada 1.000 habitantes, cifra que está por debajo de la media europea, en donde hay 8,3 enfermeras por cada 1.000 habitantes. En Castilla-La Mancha estamos en 5,8 enfermeras por cada 1.000 habitantes, es decir algo por encima de la media nacional, pero todavía muy lejos de la media europea. Seguramente si hubiésemos estado en esas cifras, es decir el 8,3 por cada 1.000 habitantes, el sufrimiento que han pasado los profesionales de enfermería se hubiera atenuado y sobrellevado mejor.
Ahora es el momento para incrementar las plantillas, tanto en Atención Primaria que en esta crisis ha demostrado una vez más su enorme valía, como las plantillas de los hospitales, que tanto han aportado.
Sobre las enfermeras de las residencias, su situación hay que revisarla tanto desde el punto de vista laboral como de plantillas en el ámbito socio sanitario. En definitiva, en todos los ámbitos donde hay actividades sanitarias y las enfermeras prestan cuidados.
P.- Se cifra que en torno al 20% de los contagiados confirmados han sido sanitarios, ¿cómo de desprotegidos han estado los enfermeros y enfermeras de la provincia? ¿Se han sentido abandonados?
R.- Ese 20% que dice sigue aumentando en los últimos días y probablemente seguirá aumentando en cuanto se incremente el número de test y PCR a sanitarios. Los datos que tenemos más fiables se basan en una macroencuesta realizada por el Consejo General de Enfermería en el pasado mes de abril, encuesta que se realizó en todo el estado español pero de la que extraemos los datos de Castilla la Mancha.
En dicha encuesta, cuando a las enfermeras en Castilla-La Mancha se les ha preguntado sobre la disponibilidad de material, la tendencia es contundente. Ante la pregunta ¿te han facilitado el material suficiente para protegerte? un 61,2% ha respondido que no (7,5 puntos porcentuales por encima de la media nacional). Lo más abrumador es que hasta un 91,8% declaran que han tenido que reutilizar dicho material, que en principio es material desechable. (7,5 puntos por encima de la media nacional). Todo lo que he mencionado anteriormente tiene unas implicaciones lógicas que son, entre otras, que Castilla-La Mancha supera en un 11% la media nacional de enfermeras que reconocen haber tenido síntomas. De todas las enfermeras que se han hecho el test un 60% dan un resultado positivo, frente al 30% de la media nacional.
Comparando otro dato a nivel nacional, el 18,75% de las enfermeras consideran que han infectado o tienen la sospecha de haber infectado a familiares y/o amigos, este porcentaje se eleva en Castilla-La Mancha hasta el 27%, generando una mayor carga de estrés e impacto emocional.
En cuanto a la desaprobación de la gestión por parte de la enfermeras, hasta un 78,2% otorgan una nota de 4 o menos (en una escala del 0 al 10) a la gestión autonómica de la crisis, mientras que dicho porcentaje baja al 67,8% al puntuar la gestión del gobierno de la nación, lo que implica que para una misma profesional la gestión autonómica ha sido peor que la gestión a nivel nacional.
Además, por parte del Consejo autonómico, a través de los cinco colegios profesionales de la región, estamos recogiendo datos de los colegiados que una vez agrupados y estudiados decidiremos las actuaciones a tomar.
P.- Junto al Colegio de Médicos, el Colegio de Enfermería se ha afanado en conseguir material de protección y test PCR para donarlos a los hospitales. ¿Consideraban que el Sescam no ha sabido, no ha podido, proteger a sus profesionales?
R.- Creíamos que era nuestra obligación, tanto del Colegio de Médicos como del Colegio de Enfermería de Ciudad Real, colaborar con la Administración con la adquisición de 1.700 PCR, que se han distribuido en las Gerencias de Alcázar de San Juan, Ciudad Real y Puertollano en proporción a la población, y que adquirimos de forma conjunta. Luego el Colegio de Médicos gestionó EPIS y nosotros, el Colegio de Enfermería de Ciudad Real, hicimos gestiones separadas, en el momento actual estamos cerrando la compra de 10.000 mascarillas FFP2, conjuntamente los dos colegios, y estamos esperando del Consejo General de Enfermería unas 5.000 mascarillas FFP2 que llegaran los próximos días. Respecto de la segunda parte de la pregunta creo queda contestada, con la respuesta anterior. Que es lo que, a través de la encuesta, han reflejado los profesionales de enfermería.
P.- ¿Considera que el personal de Enfermería ha podido trabajar con garantías?
R.- El personal de enfermería ha trasladado quejas y reclamaciones a los cinco colegios de la región sobre la falta de garantías a la hora de trabajar y poniendo en nuestro conocimiento la desprotección, demanda que le hicimos llegar al presidente de la región y al consejero de Sanidad mediante carta, a lo que esperamos una pronta contestación. Además en todos los colegios de enfermería de la región hemos abierto un enlace de recogida de información en donde las enfermeras exponen las situaciones en las que consideran que se han sentido desprotegidas. Toda esta información se analizará detenidamente, todas aquellas que se puedan corregir de forma inmediata se corregirán y, mediante una decisión colegiada de ámbito autonómico, se realizarán las actuaciones que se consideren oportunas.
P.- Aparte de la donación de material, ¿qué otras acciones ha llevado a cabo del Colegio de Enfermería durante la crisis sanitaria?
R.- Esta crisis tan compleja ha dado todo tipo de situaciones, pero eso no ha impedido que el Colegio haya seguido funcionando en su horario habitual. Todos los trabajadores de manera telemática han seguido atendiendo telefónicamente y por el correo electrónico del colegio a todo el que necesitaba los servicios colegiales y si de forma puntual alguna colegiada necesitaba hacer una gestión personal, un trabajador del colegio se desplazaba hasta las oficinas del colegio y se resolvía personalmente. Así se continuará hasta el final del estado de alarma, cuando se retomará la actividad presencial como venía siendo habitual.
La primera fue reducir la cuota a la mitad del trimestre en curso. Consideramos en la Junta de Gobierno del Colegio de Enfermería de Ciudad Real que era un mensaje de apoyo. Así adoptamos una decisión que por parte de muchos colegiados fue muy celebrada.
Consideramos que la crisis sanitaria estaba provocando un gran impacto en toda la población (el confinamiento, las medidas preventivas, etc.), mucho más aun en aquellos profesionales que están en primera línea por lo que acordamos como necesario una serie de actuaciones de apoyo. La primera fue poner en marcha un programa en donde bien, por teléfono y/o e-mail, una psicóloga da apoyo psicológico o emocional a las enfermeras que lo solicitan, todo ello guardando la máxima confidencialidad, como no puede ser de otra manera. Esto, en el momento actual ha tenido una gran aceptación y ha servido de una gran ayuda a muchos profesionales.
Desde el Colegio, y con la mejor intención de mantener el ánimo entre nuestras colegiadas, todos los días les mandamos un mensaje positivo que esperamos y deseamos les ayude a mantener el ánimo.
Mantenemos información sobre la evolución del estado de alarma, con actividades que se pueden hacer, horarios de salida según edades, ejercicio físico etc. y todo ello con infografías muy didácticas.
Según hemos tenido conocimiento por la prensa y por los propios Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado, en algunas localidades de nuestra región han aparecido escritos, pintadas etc., desaprobando la convivencia en el mismo bloque de vecinos con sanitarios e incluso con personal que estaba obligado a atender al público por su trabajo. Frente a este tipo de actitudes, que pueden ser consideradas como acoso o delito de odio tuvimos, y seguiremos teniendo, actuaciones directas de apoyo a las enfermeras que las sufrían, con una relación directa y constante con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Hemos puesto a disposición de todas nuestras enfermeras medios de denuncia rápida para que la Policía o la Guardia Civil iniciase diligencias y las pusiese en conocimiento del órgano judicial, además del apoyo del abogado del colegio. Asimismo se habilitó la aplicación policial de AlertCops, informando -como del resto de las cuestiones- mediante un correo electrónico masivo a todos los colegiados.
P.- ¿Qué papel han podido desarrollar los estudiantes de Enfermería durante esta emergencia sanitaria?
R.- Ya en las situaciones habituales los estudiantes en cualquier unidad de enfermería siempre suponen un revulsivo en el ámbito laboral, cosa natural al ser gente joven con muchas inquietudes y con ganas de descubrir. Más aun en esta situación en la que de pronto se ejerce una profesión en una situación que es muy nueva y estresante. Creo que ha sido una prueba de fuego para los estudiantes y para los profesionales, si bien es cierto que el tener un estudiante cerca daba un plus de energía para superar la situación. Para contestar de forma certera a su pregunta tenemos que esperarnos al estudio en el que estamos colaborando con un profesor investigador de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Castilla-La Mancha. Con su análisis de campo sabremos realmente el papel que han podido desarrollar los estudiantes de enfermería, que seguro ha sido muy positivo.
P.- ¿Qué hará el Colegio de Enfermería el día después del fin de esta emergencia sanitaria? ¿Qué reivindicaciones realizará a la Administración sanitaria?
R.- Lo primero que estamos deseando es que ese fin llegue. Ha quedado demostrado en esta crisis el papel de las enfermeras en todos los ámbitos, como en la Atención Primaria, dando asistencia en los domicilios. Una parte importante de los pacientes con Covid-19 han estado en casa con atención de las enfermeras de los centros de salud, con una gran capacidad resolutiva. Con esto, y no me quiero extender en exceso, lo primero es reivindicar la Atención Primaria, la formación de EIR en Enfermería Familiar y Comunitaria y que desarrolle su actividad en los centros de salud. Igualmente es necesario el desarrollo del resto de especialidades de enfermería.
En la situación por la que todavía estamos pasando ha tenido y está teniendo un papel primordial la Enfermería del Trabajo. Permaneciendo muchas horas en el hospital y con una gran dedicación con sus compañeros del sector sanitario. Si en muchas ocasiones hablamos de las grandes olvidadas, ahora han sido las grandes necesitadas, sobre todo -como digo- para todos sus compañeros. En definitiva pedimos el desarrollo de todas las especialidades, porque todas son muy necesarias y todas muy importantes para tener un sistema de salud vanguardista y eficaz. No quiero mencionar todas, una por una, por no alargar más la entrevista, he mencionado dos pero lo dicho sobre ellas es reflejo de todas las demás.
En definitiva, reivindicamos subir las ratios enfermeras hasta los niveles del resto de Europa. Se ha visto claramente como las enfermeras han estado al frente de la situación y hemos salido, estamos saliendo, gracias a ellas, sin olvidar los otros profesionales por supuesto, porque todos somos necesarios.
P.- ¿Cuál cree que será la ‘Nueva Normalidad’ para el colectivo de Enfermería?
R.- Esta pregunta es muy difícil de responder. Igual mi respuesta seguro que es más un deseo que un conocimiento de cual será la nueva realidad. A todos nos gustaría recuperar cosas que esta pandemia nos ha hecho perder. Esa nueva realidad que no nos haga perder lo bueno que teníamos y lo bueno que hemos podido aportar como personas y, en nuestro caso, como profesionales de enfermería. Que sigamos dando lo mejor de las personas que cuidan a personas.
P- A medio y largo plazo, ¿cree que se valorará en sus condiciones laborales la gran labor que ha realizado el colectivo de enfermería durante los últimos meses?
R.- Esperemos que quede en la memoria de los sanitarios de los ciudadanos, pacientes, políticos y gestores, y que se reconozca la labor de una profesión tan próxima al ser humano como es la enfermería, que esto no quede como un mal sueño. Estoy convencido que la enfermería tiene un gran reconocimiento profesional y social, que lo ha tenido siempre y que esto se traduzca en condiciones laborales es cuestión de tiempo, pero cuando digo tiempo, me refiero a poco tiempo. Que una vez salgamos del estado de alarma empecemos a revisar la ratio enfermera, y como dices la condiciones laborales, porque como ya decía antes, a más enfermeras, el sistema sanitario es más eficiente. Y paralelamente que mejoren las condiciones de trabajo, sobre todo en el ámbito sociosanitario. Cómo no acordarnos de las enfermeras especialistas en Geriatría que trabajan en las residencias de mayores y que han dado lo mejor de sí mismas en un entorno muy complicado con personas de riesgo. Para las enfermeras de las residencias sí habría que mejorar de manera inmediata sus condiciones laborales. Sin olvidarnos del resto, por supuesto, pero de manera preferente. Si hablamos de mejora de condiciones laborales tenemos que poner sobre la mesa las enfermeras del ámbito socio sanitario.
Para terminar, me gustaría hacer una reflexión personal. Quiero enviar a todas las enfermeras un mensaje de ánimo, de unidad. Que sepan que tienen detrás a la organización colegial y todas las herramientas de que disponemos. Que se dirijan al colegio ante cualquier duda. Mi máximo reconocimiento y apoyo para todas ellas. Durante este tiempo hemos tratado de dar lo mejor desde el colegio, tanto el personal que desarrolla su trabajo, como los miembros de la junta directiva. Yo personalmente he atendido correos y gran cantidad de llamadas telefónicas. Esperamos haber atendido a todas las profesionales que nos lo han solicitado, hay algunas cuestiones sin resolver que se atenderán los próximos días. De todas maneras, si algún colegiado o colegiada no se ha sentido atendido le pedimos disculpas. Le recordamos que estamos a su disposición y que se ponga cuanto antes en contacto con el colegio.